Los cereales son plantas, generalmente de la familia de las gramíneas, que se cultivan para hacer uso de sus granos.

El arroz, el trigo y el maíz, llamados cereales mayores, son los más comunes para emplear en la cocina. Sin embargo, existe muchos más cereales y pseudocereal que permiten elaborar platos muy completos y ricos.

Pueden ser procesados como el cuscús o el bulgur que se elaboran a base de sémola de trigo; o sin procesar, como la avena, quinoa o sarraceno.

Algunas semillas como la espelta, quinoa, lino o chía se consideran superalimentos: contienen una alta carga de nutrientes en una sola porción.

Los cereales enteros es necesario cocinarlos en un líquido para que se hidraten y sean digeribles. Además, durante su preparación se potencian sus sabores si antes de añadir el líquido se saltean o doran en la sartén.

Se pueden utilizar aromáticas u otros productos y cocinarse tanto para platos dulces como salados.

La quinoa es una semilla que se considera pseudocereal. Se clasifica como superalimento debido a que:

• Es una gran fuente de proteína vegetal y fibra.
• Contiene minerales beneficiosos como calcio, magnesio y hierro.
• Es rica en vitaminas, aminoácidos y omega 6.
• Es apta para celiacos ya que no contiene gluten.
• Posee un índice glucémico muy pequeño, apto para personas diabéticas.

• Lavar: A diferencia de otros cereales, la quinoa no necesita hidratarse pero sí es imprescindible lavarla para eliminar la saponina que tiene su piel. Enjuagar varias veces antes de proceder a cocinarla.
• Tostar: una vez bien lavada y escurrida, en una olla a temperatura media, se deja cocinar entre 10-15 minutos para que tome color.

Al igual que en el tostado, para aportar sabor a la quinoa se le pueden añadir productos especias y/o aromáticas en el agua de cocción.

Se detecta que la quinoa está lista cuando sus granos comienzan a abrirse.

Se puede cocer de dos maneras:

• Con abundante agua, como si fuera pasta. Poner a hervir agua y añadir la quinoa lavada, a los 8-10 minutos estará lista. Escurrir, refrescar con agua para cortar la cocción y utilizar. Con esta técnica se consigue una consistencia suelta ideal para saltear.
• Con la cantidad justa de agua, se cuece más rápido y no necesita escurrir ni refrescar porque absorbe todo el líquido. Por cada cazo de quinoa se utilizan dos de agua. El resultado de este tipo de cocción es una quinoa mucho más cremosa, que una vez atemperada, es ideal para elaborar ensaladas o de guarnición.

Es uno de los tres cereales más consumidos en el mundo.

Se asocia con el desayuno, sin embargo, da mucho juego en la cocina y se puede elaborar con él infinidad de platos.

Antes de cocinar, se debe poner a remojo un mínimo de 5 horas y escurrir. Una vez limpio, se cuece en la olla exprés con una buena cantidad de agua durante 20 minutos. El resultado es un cereal preelaborado tierno.

Truco del chef: para potenciar el sabor del trigo, prueba a cocerlo con un hueso de jamón.

Cada tipo de trigo tiene unas propiedades y elaboraciones ideales, ¡te las contamos en este apartado!

Esta variedad de trigo es muy adecuada para cocer, sin embargo, es compleja para elaborar pan. Es un producto muy saludable debido a que:

• Es apto para celiacos ya que no contiene gluten.
• Supone una fuente de vitamina B y hierro.
• Contiene potasio, magnesio y calcio.
• Posee alto contenido en fibra.
• Regula el colesterol.

Ideal para elaborar sopas, guisos, guarniciones, salteados… o para sustituir una parte de harina de trigo común por sarraceno y darle un toque diferente a masas de pan y pizza.

En Francia es el ingrediente principal para la elaboración de galettes; creps salados típicos de la Bretaña que se prepara con harina de sarraceno, agua, sal y en algunas versiones con huevo.

Es una pasta procesada elaborada a partir de la sémola de trigo.

A diferencia del trigo, se vende precocido y para consumirlo únicamente es necesario rehidratarlo con agua hirviendo. La proporción agua que necesita es dos veces la cantidad de cuscús.

Disponer el cuscús en un recipiente, añadir la proporción de agua y tapar con papel film para que el vapor se mantenga dentro. De esta manera, en unos minutos, el cuscús habrá absorbido todo el agua.

Ideal como base para ensaladas templadas, como guarnición en platos con salsa, etc.

Truco del chef: para aromatizar el cuscús, prueba a especiarlo y aliñarlo con un chorrito de aceite de oliva antes de poner a remojo. ¡Intensidad de sabor!

Al igual que en el tostado, para aportar sabor a la quinoa se le pueden añadir productos especias y/o aromáticas en el agua de cocción.

Se detecta que la quinoa está lista cuando sus granos comienzan a abrirse.

Se puede cocer de dos maneras:

• Con abundante agua, como si fuera pasta. Poner a hervir agua y añadir la quinoa lavada, a los 8-10 minutos estará lista. Escurrir, refrescar con agua para cortar la cocción y utilizar. Con esta técnica se consigue una consistencia suelta ideal para saltear.
• Con la cantidad justa de agua, se cuece más rápido y no necesita escurrir ni refrescar porque absorbe todo el líquido. Por cada cazo de quinoa se utilizan dos de agua. El resultado de este tipo de cocción es una quinoa mucho más cremosa, que una vez atemperada, es ideal para elaborar ensaladas o de guarnición.

Es un cereal menos común que el trigo, pero que cada vez se consume más. Se trata de manera similar a la quinoa o el arroz.

Es un producto apto para celiacos ya que no lleva gluten.

Al igual que la quinoa, se debe lavar antes de cocinarse.

Si se desea dar un toque tostado, una vez lavado, dorar en la sartén directamente en seco antes de cocer.

Por cada cazo de mijo se utilizan dos de agua. Se cuece durante 20 minutos, bajando el fuego y tapando la cazuela. El resultado es un cereal con cuerpo y suelto.

Se potencia su sabor si durante la cocción se añade una cucharadita de vinagre.

Las aromáticas y especias permiten crear con un mismo ingredientes diferentes sabores.

Aquí tienes una idea original para preparar una ensalada de mijo muy rica y nutritiva. ¡Guarda la receta!

La avena es un producto muy versátil. Podemos incorporarla en galletas, bizcochos, batidos, hamburguesas y albóndigas vegetales, sopas, masas para pan y pizzas…

La avena se encuentra en el mercado en forma entera, en copos o molida para conseguir harina.

Un clásico del desayuno cuya base es la leche y los copos de avena es el porridge; la versión inglesa de las gachas. A pesar de que tradicionalmente se consumía con ingredientes dulces puede elaborarse también con salados.

La leche a emplear puede ser tanto de origen animal (vaca, cabra, oveja) o vegetal (arroz, avena, coco o almendra)

Para la versión dulce la leche se puede infusionar con productos aromáticos como cáscara de naranja, canela, vaina de vainilla… antes de mezclarse con la avena.

Pasados unos minutos, se incorpora la avena y se deja cocer a fuego lento para que se vaya hidratando, espesando y formando las gachas.

La avena tiene que cocer un poco tiempo si es en copos pero si se utiliza entera debe remojarse antes y alargar el tiempo de cocción.

Una idea genial para edulcorar sin necesidad de azúcar es utilizar miel. Añadir al porridge casi al final de la cocción y remover.

Dejar reposar unos minutos mientras se preparan los complementos: frutas frescas cortadas, semillas, pipas, chocolate troceado, frutos secos… ¡las combinaciones son infinitas!

Idea de topping gourmet: tartar de frutas. Cortar pera y manzana en daditos sin retirar la piel. Mezclar con semillas de chía o lino; con el agua que contiene la fruta, la chía se hidrata sin necesidad de poner a remojo.

Hemos aprendido que los cereales no solo nos sirven para el desayuno, sino que pueden ser el punto fuerte de muchos platos. Además, son alimentos top, muy nutritivos y saciantes. Practica en casa, elabora tus recetas y cuéntanoslo, pero antes, ¡demuestra cuánto sabes resolviendo el test!