Los dos tipos más duros y famosos del cine de Hollywood, SYLVESTER STALLONE y ARNOLD SCHWARZENEGGER, se unen en AMC para librar una de las batallas más esperadas por todos los seguidores.
¿Quién será el vencedor? ¿Con cuál de los dos te quedas? No te puedes perder en AMC, el sábado 24 y el domingo 25 a las 22h10, dos grandes títulos “Plan de escape” y “Mercenarios 3”, en el que cada uno de nuestros protagonistas intentará conquistar la victoria y el reconocimiento de nuestros espectadores.
SÁBADO 3 – PLAN DE ESCAPE
Tras coincidir en la saga de ‘Los mercenarios’, dos veteranos iconos del cine de acción: Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger, vuelven a encontrarse en una historia que tiene lugar en una prisión de máxima seguridad.
Ray Breslin (Sylvester Stallone) es un gran experto en seguridad penitenciaria pero tendrá que demostrarlo cuando, víctima de una conspiración, es encerrado en ‘La tumba’, una cárcel a prueba de fugas. Allí conoce a Rottmeyer (Schwarzenegger), un tipo que se ha ganado el respeto de los presos y que le ayudará a elaborar un plan de fuga. Pero Drake (Vinnie Jones, ‘Mean Machine (Jugar duro) ‘), un sádico guardia y el alcaide Hobbes (Jim Caviezel, ‘Déjà Vu’) no se lo pondrán nada fácil.
DOMINGO 4 – LOS MERCENARIOS 3
Un festival de tiros, persecuciones y batallas sin fin con humor, ironía, autoparodia y chistes entre colegas en la nueva entrega de la saga.
Barney Ross (Sylvester Stallone), Lee Christmas (Jason Statham) y el resto del equipo se enfrentan a Conrad Stonebanks (Mel Gibson), que hace años cofundó los Mercenarios junto a Barney antes de convertirse en un despiadado traficante de armas al que Barney tuvo que matar o eso creía, hasta ahora. Stonebanks, que ya esquivó la muerte una vez, tiene un solo objetivo: acabar con los Mercenarios, pero los planes de Barney son otros. Decide que lo mejor es reclutar sangre nueva y reúne a un grupo compuesto por miembros más jóvenes, más rápidos y con más conocimientos técnicos. La misión, en la que la vieja escuela se enfrenta a la nueva, se convierte en la batalla más personal que han librado los Mercenarios.
